lunes, 4 de noviembre de 2013



Vestida de Bolero es una obra que trata sobre la configuración del amor en lo femenino partiendo de la temática del bolero, el bolero como configuración se refleja en lo cotidiano, lo erótico, en las experiencias de una sociedad tradicional.

ESTRENO: 21 de Noviembre de 2013 - Festival de Mujeres Pacífica. Teatro La Máscara Cra 10, No 3-40 Barrio San Antonio

domingo, 17 de marzo de 2013

PONENCIA- TRANSMUTACIÓN MEDIÁTICA


PONENCIA COLOQUIO INTERNACIONAL: ARTES, EMOCIONES Y GÉNERO
Nombre de la propuesta: TRANSMUTACIÓN MEDIÁTICA (Performance)
Autoras: COLECTIVO CORPOAIRE danza y género.
Integrantes: Alexandra Castañeda Obando, Francia Elena Mamian Ruiz, Tatiana Alexandra Castañeda Bonilla.

TRANSMUTACIÓN MEDIÁTICA

RESUMEN: Nuestra ponencia aborda la normalización de un modelo de corporalidad femenina en la ciudad de Cali, construida a partir de la influencia de la Narco-cultura, la Narco-estética, los Mass media, la publicidad y el consumo en el marco de una economía de mercado. Convirtiendo este tipo  de cuerpo en un discurso hegemónico en ascenso.

Palabras claves: Género, Mass media, Narco-estética, Cuerpo, Feminidad.

Abstract:
Our paper approaches the normalization of a specific model of feminine corporeality in the city of Cali. This model has been built by the influence of the Narco-culture, Narco-aesthetics, Mass Media, advertising and consumption in the framework of a market economy. This type of body has become an overbearing standard of beauty.

Keywords: Gender, Mass media, Narco-aesthetic, body, femininity.

Esta ponencia tiene por objeto presentar un trabajo de investigación y acción que hemos venido realizando tres personas[1], desde el Colectivo CORPOAIRE agrupación artística, que emerge en el año 2005 y en sus últimos tiempos se ha preocupado por una investigación de género de carácter artístico; en ese contexto, nace nuestro obra: Transmutación Mediática, bajo el formato de performance; se ha presentado en diferentes espacios con variados públicos, persiguiendo sintetizar desde el lenguaje artístico una investigación y reflexión senti-pensante alrededor del cuerpo femenino contemporáneo y su vínculo con los Mass media.

La propuesta se enmarca en el eje temático No 3 de la convocatoria, que refiere a la reflexión en torno a las experiencias y emociones de las mujeres en la creación artística, así como, a las nuevas perspectivas de las mujeres en la representación de las emociones y los cuerpos desde sus propuestas y experiencias estéticas. El performance genera entre creadoras y espectadoras (es) nuevos diálogos, discursos, sensaciones y preguntas frente a un tema tan complejo como es la configuración y sobre-explotación del cuerpo de la mujer en el marco de los Mass media, más específicamente con la influencia del narcotráfico en la ciudad de Cali y su impacto en la corporalidad de las mujeres.

Este documento recoge parte de nuestra investigación, organizado de la siguiente forma: primero hacemos una contextualización del fenómeno, luego damos algunas características de la investigación en campo y posteriormente presentemos nuestra estrategia artística de intervención social respecto a la problemática planteada.


1. CONTEXTUALIZACIÓN

1.1. Cuerpo y Poder:

La feminidad es una construcción cultural, por consiguiente, la feminidad normativa o hegemónica, es el resultado del ejercicio de poder sobre la confección de lo femenino, se expresan en discursos de diferente orden desde lo estético hasto lo comportamental. Este trabajo de investigación se preocupa por esos discursos de belleza, que sugieren ciertos consumos estéticos, anclados a una feminidad hegemónica, que podríamos atrevernos a llamar la Narco-feminidad que conlleva a una Narco-estética.

Como artistas escénicas sabemos que en el cuerpo se encarna el poder, siguiendo a Foucault el ejercicio del poder genera cuerpos dóciles, y sobre su docilización se ejerce el control. Con nuestro performance mostramos una forma de docilización de esos cuerpos de mujeres caleñas, a través de la re-ingeniería de los mismos.

1.2. Cali y Narcotráfico:

Desde la década de los 80 y  90 Cali vivió el impacto socio-cultural del “Cartel de Cali”, toda una tradición como ciudad deportiva, fiestera y de mujeres bonitas,  adquirió los matices del Narcotráfico, el cual permeó todas las instituciones de la vida social como: equipos de futbol, instituciones educativas, construcciones de propiedad raíz, incluso afectó  la industria de la diversión en Cali. Además de acudir a  lo que algunos autores llaman “Violencia seductiva” (PAREDES 2003) que implicó desde sobornos a funcionarios del Estado y del municipio, hasta asesinatos selectivos en el peor de los casos.

Los Rodríguez Orejuela máximos líderes del Cártel de Cali, eran apreciados por gran parte de la población de la época como benefactores y educados empresarios que se preocupaban por la inversión pública y el bienestar general de la ciudad. Aún  más, si tomamos en cuenta que comparativamente con el cartel de Medellín, el Cartel de Cali no se dedicó a acciones terroristas de gran impacto sobre la población.

El narcotráfico se suma, además a otras violencias relacionadas con la exclusión, la marginalidad de antaño y a la problemática de violencia política, pasa a constituirse en un actor más del conflicto que atravesaba el país, con su debido protagonismo tanto en lo social como en lo político. Por consiguiente, se va configurando poco a poco modelos de ser, pensar y vivir la ciudad que marcan de manera directa las relaciones que se construyen y los ideales de vida.

1.3. Narco-Cultura:

De este proceso surge lo que es conocido como Narco-cultura, que profundiza los valores patriarcales e impone modelos comportamentales, desarrollados en las esferas de la vida privada y pública.

Para Ovalle las actividades del narcotráfico implican un modo de vida específico, caracterizado por la cohesión que se da a partir de compartir una actividad ilegal de la cual se deriva ingentes sumas  de dinero,  en palabras de Ovalle. “La narcocultura hace referencia a una entidad sociocultural que se objetiviza en un conjunto de prácticas como la opulencia, el derroche, el consumo demostrativo, la transgresión y la violencia”. (OVALLE 2006).

En la Narco-cultura el cuerpo adquiere con más fuerza un valor comercial, funcionando como mercancía que transita en libre mercado y participando de todo un conjunto de políticas de mercadeo de la estética corporal.  Las mujeres son objeto de los consumos narco, muchas son las historias de violaciones colectivas y hasta de asesinatos de mujeres y de sus familias por negarse a los apetitos sexuales de traquetos, guardaespaldas, entre otros. La imagen de la mujer caleña bonita y sensual se enarbola más en canciones, reinados de belleza, concursos de modelaje y hasta en la tradicional cabalgata de la Feria de Cali. Se conjugan entonces, unos parámetros culturales específicos sobre los cuales se había erigido la cultura caleña con los requerimientos corporales y estéticos de la Narco-cultura. El narcotráfico entra a reforzar ideas, prácticas culturales y por ende formas de vivir el cuerpo femenino que se compendian en un discurso monopólico del ser caleño y caleña.


1.4. Vigencia de la Narco-Cultura y Narco-estética (mass media, publicidad y consumo):

Caído el Cartel de Cali, parece no hablarse más de narcotráfico en la ciudad, sin embargo, nos encontramos con la espectacular producción de series de narcotráfico, con fiestas lujosas, capturas en el Norte del Valle y el Pacífico Colombiano, y con toda una penetración de la Narco-cultura en los consumos estéticos de la mujer caleña, en respuesta a lo que algunos han llamado la Narco-estética.

Definida por el estudioso Omar Rincón como “(...)una estética, que cruza y se imbrica con la cultura y la historia de Colombia y que hoy se manifiesta en la música, en la televisión, en el lenguaje y en la arquitectura. Hay una narco-estética ostentosa, exagerada, grandilocuente, de autos caros, siliconas y fincas, en la que las mujeres hermosas se mezclan con la virgen y con la madre.”(RINCÓN 2009)

 Todo este discurso  cobra mayor impacto gracias a los Mass media,  la publicidad y el consumo, que refuerzan prototipos de la mujeres: en telenovelas,  revistas amarillistas, anuncios publicitarios que ofrecen infinidad de productos estéticos y de belleza, sex-shops con increíbles locales en las principales avenidas de la ciudad como la avenida sexta, la cll 9, los cuales exponen mujeres exuberantes y semidesnudas en sus anuncios publicitarios, también se nota en las tiendas de ropa con la moda retronarco, transformaciones en el tallaje de las prendas de vestir, cuyos maniquies parecen reventar de silicona y de manera más exorbitante la proliferación de clínicas de cirugías estéticas alrededor de la ciudad; todo ellos son una muestra de la penetración de la Narco-estética y con ella de la Narco-cultura en Cali. Tal es el  impacto que ha tenido estas  dinámicas en Cali, que la ciudad se  ha constituido en la meca de las cirugías plásticas, muchas mujeres de distintas ciudades e incluso por fuera del país llegan a  la ciudad a  realizarse procedimientos estéticos.

Incluso como lo plantea Pérez Henao existe “un mercado de consumidores masivos que toma el cuerpo como su objetivo” y son los Mass media los que utilizan el cuerpo como “eje fundamental de la comunicación”. (PEREZ HENAO 2004)

En respuesta a lo anterior y en función de avanzar hacia una propuesta de intervención artística, determinamos un pequeño estudio en campo, que permitiera evidenciar lo que la bibliografía y nuestras primeras impresiones estaban señalando, en ese sentido nos hemos centrado en mujeres en un rango de edad entre 25 y 45 años, de clase media, de un contexto urbano, en este caso, la ciudad de Cali, de origen étnico mestizo, entendiendo la ambigüedad que este término sugiere, con la palabra mestizo queremos decir, que el estudio no se ha realizado sobre mujeres de comunidades étnicas específicas.

Hicimos observación etnográfica en los principales centros comerciales de la ciudad de Cali: Unicentro, Palmeto Plaza, Chipichape, por espacio de dos meses, realizamos una muestra de las principales clínicas de cirugías y de los Sex-shops, como fuentes secundarias acudimos a las revistas de clínicas estéticas como Imagen y Nueva. A publicaciones del periódico Q’ hubo de Cali, con sus concursos de la Chica Bombom, y su sección El peluche del día. Publicaciones de importantes revistas de farándula como VEA, CARAS, SOHO, JET SET.  De la observación etnográfica encontramos un gran porcentaje de mujeres con cirugías estéticas de aumento de busto y de nalgas, frecuentando los centros comerciales observados, consumiendo en todo tipo de negocios, los almacenes de ropa han aumentado el tallaje de las prendas en lo que respecta al busto, han proliferado los negocios dedicados a la venta de fajas para la reducción de cintura, así como el número de centros y clínicas estéticas que ofrecen la opción de modelar el cuerpo. Para la ciudad de Cali hay un promedio de 750 centros de estética registrados en directorio local  de Telmex, 40 clínicas de cirugía estética, sin contar los que no pautan por este medio. Según datos de Fenalco comprendidos en el documento: Información general servicios de Salud dirigidos a lo estético, Cali es la segunda ciudad después de Bogotá con más cirujanos plásticos, de acuerdo a cifras de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, en el país se realizan más de 300 mil cirugías plásticas al año y existen alrededor de 800 clínicas para estas cirugías en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, lo que posiciona a Colombia como epicentro de la cirugía plástica en la región, empero, se podría decir que estos datos no son exactos, dado la insuficiencia en el registro de los procedimientos estéticos realizados en lugares ilegales. Frente a la revisión de prensa, encontramos que el periódico Q’hubo, publicación de circulación nacional, con presencia en 11 departamentos, de emisión diaria, de propiedad de la empresa el País de Cali constantemente alude a exaltar el cuerpo femenino semidesnudo en anuncios publicitarios, como el usado para la emisora Energía donde se aprecia una mujer voluptuosa, anunciado como la noche de los uuy con Ángelica,  igualmente su concurso la chica bombon, que consta de  un selección entre las chicas que mejor reúnan el prototipo voluminosos de esta Narco-estética, realizado en la discoteca Juanchaco Disco-club. Esta publicación es consumida mayoritariamente por población de lo sectores populares en Cali, y sus convocatorias se caracterizan por incluir mujeres de extracción popular, en eso se diferencia de las publicaciones de la revista CARAS, JET SET, VEA, cuyas modelos, son reconocidas a nivel nacional y se han insertado en los Mass media, como iconos, cuyos rituales de blanqueamiento han sido más sofisticados y sus consumos responden a una extracción socio-económica más alta.


2. ANÁLISIS:

La Narco-estética plantea unos parámetros estéticos especiales que no responden a las realidades multiétnicas bajo las cuales se ha construido la ciudad, la cual ha vivido procesos de migración y desplazamiento forzado de diversas regiones del país como producto de más de una década de violencia  política. En ese orden de ideas, en el contexto del narcotráfico y los Mass media, emerge el boom de las cirugías estéticas como formas de reconstrucción de los cuerpos reales que buscan apropiar el modelo hegemónico de cuerpo de la nueva feminidad normativa, donde se resalta un modelo híbrido de corporalidad femenina que toma la delgadez del cuerpo de la mujer “blanca” de elite, y todo unos rituales de blanqueamiento como el planchado de pelo, el uso de tacones muy altos para simular mayor estatura y se  toma de la mujer afro-latina, la sensualidad, la voluptuosidad, reforzada con el aumento del busto y de las nalgas. Traduciéndose  la estética hegemónica en un modelo que combina estos dos paradigmas, a lo que se agrega una disposición sexual permanente, de liberalidad sexual, pero  en el esquema del narcotráfico conservando la dicotomía entre la madre vs puta.

Si bien Eva, pareciera haber ganado terreno, no lo hace de una manera emancipada, ya que su sexualidad sigue predispuesta a los caprichos androcéntricos del macho de turno, es decir, el discurso marca una  narrativa sobre el cuerpo donde se hace necesario la premisa de un modelo de verse “bien” estéticamente para ese otro, más que sentirse bien consigo misma. Como lo plantea  Castellanos  “las mujeres siguen siendo objetos y no sujetos de deseo sexual” (CASTELLANOS 2007).


3. CONSECUENCIAS:

Consecuencia de este influjo de narco-estética son los quebrantos de salud de muchas mujeres sometidas a prótesis infecciosas, algunas veces  han cobrado la vida de muchas personas, los miles de casos de alteración en la alimentación de jóvenes y adultas/os. Son las mujeres en su mayoría las que por su apariencia física pueden perder su empleo, incluso no encontrarlo, esto sin importar si son profesionales o están suficientemente capacitadas para  enfrentarse a cargos de alto nivel.

Así,  los Mass media cumplen un papel importante en estas formas de relacionarse con el mundo, reforzando los procesos de blanqueamiento y delgadez, que genera dinámicas de exclusión, pues quienes estén por fuera de estos parámetros son relegadas/os socialmente; peso que recae y  marca la construcción de lo que se es como mujer y la manera como se debe actuar ante el mundo, no solo en las relaciones erótico-afectivas, sino de igual forma, en las esferas laborales y familiares.

De esta forma, como lo manifestamos, el cuerpo se convierte en una mercancía que lo definen un modelo  de belleza hegemónico donde la meta es acceder a él, aun a costa de la salud y la vida. Lemas como: “Luce un cuerpo espectacular, adelgazar en menos de un mes”, al lado de imagenes de mujeres con una figura delgada,  que marcan en el imaginario un modelo poco acercado a la realidad de las mujeres caleñas. La publicidad insiste en la deficiencIa del propio cuerpo como lo dice la estudiosa Bartky. The technologies for femininity are taken up and practiced by women against the background of persuasive sense of bodily deficiency” (BARTKY 2003)

Produciendo bajos niveles de autoestima, un sentimiento de carencia y traumatismo entre la mujer real y el ideal que hay que alcanzar. Como lo señala la investigadora Dieliovsky “(...)these images are ideological and provide the benchmark for the discipline and normalization of women`s bodies in order to minimize the distance between the “real” (embodied, unmodified, not airbrushed) and the ideal (witified feminine images of beauty)”. (DIELIOVSKY 2008)


4. PROPUESTA DE INTERVENCIÓN: TRANSMUTACIÓN MEDIÁTICA

Elementos del performance:

Dos mujeres: Es notable entre las mujeres la competencia a la que nos han impuesto durante muchos siglos el sistema patriarcal, que es visible dentro de los roles asignados socialmente.
Las cadenas: simbolizan esclavitud, en este caso el sistema cultural patriarcal.
Las Revistas: los Mass media, la sobreexplotación del cuerpo femenino donde se escribe la propaganda, los medios de comunicación como mediadores y uniformadores de la realidad social
Hombre que lleva las cadenas: representa el sistema patriarcal que guía el andar de las dos mujeres ciegas, así como la masculinidad: protección, el que ejerce poder sobre el cuerpo, el alma, la mente, el hombre representa la racionalidad.
Peluca de cabello negro liso: En la religión judeo cristiana, el cabello largo significa estrato, en el caso de la mujer es castidad, sumisión, mansedumbre y dulzura, feminidad, para el performance tiene que ver con la moda actual y la influencia del narcotráfico en el que la mayoría de mujeres se hacen alisados en keratina y extensiones de cabello.
Tacones altos: En las mujeres significa ostentación de poder, verse más altas da una sensación de seguridad y levedad, en el caso de nuestro performance su uso simboliza la apariencia y los roles asignados socialmente a las mujeres.
Parches en los ojos: Los ojos vendados significa ceguera, miedo a ver la realidad, en el performance, traduce literalmente, estar sujetas al sistema social patriarcal y miedo a salir de este esquema social.
Médico (a): El término se define en el latín medeor: cuidar, curar, el que cuida y protege, el único que podía dar concepto sobre el cuerpo en el siglo XIX, en el caso del performance es el médico cirujano, especialista en la rama de la estética que se convierte en el escultor o el artista que crea la obra, en este caso las dos mujeres híbridas.
Bufet: aparador, trinchero, fonda de estación, merienda, mesa donde se sirve todo tipo de comida, en el performance es un bufé de partes del cuerpo, donde el público escoge de acuerdo a su capricho las partes que se quiere modificar.

Conclusiones: Como mujeres caleñas y artistas adscritas a este modelo imperante, no podemos dejar de plasmar nuestra experiencia y emociones suscitados que nos genera el performance, el cual ha variado de acuerdo a los espacios y los diversos públicos. Nuestros sentimientos transitan del miedo,  a la incertidumbre de estar a ciegas y desprovistas de ropa, vestidas por la publicidad que rechazamos,  a su vez  nos  confronta con los iconos y modelos  impuestos ante la diversidad de la mujer caleña, sin embargo con la esperanza que nos habita, plasmamos también en un acto de reconciliación la necesidad de abrazar a la otra mujer, a todas esas mujeres que nos han acompañado en este proceso de reconfigurar nuestra identidad, así como la necesidad de liberarse conjuntamente y despojarse de la propaganda que caricaturiza el género femenino como objetos sexuales.

REFERENCIAS

CASTELLANOS, Gabriela. (2008) Las mujeres y el poder: Sexualidad, subjetividad y subordinación femenina. Revista la Manzana de la discordia. Vol. 3. No. 1. P.p 101-110

DIELIOVSKY, Kathy. (2008) Normative White Femininity: Race, Gender and Politics of Beauty. Atlantis 3.1. P.p. 49-59.

GARCÍA BUSTOS, Martha Luz. (1992) Los Focos de la cocaína en Colombia. Revista Nueva Sociedad No. 122. Septiembre-octubre P.p. 60-67.


MAYOR, Camilo Adolfo. (2010) Cali, “Capital mundial” … del narcotráfico: una imagen urbana que llegó de afuera. Revista Sociedad y Economía. No. 18. P.p 157-182.

OVALLE, MARROQUIN, Lilian Paola. (2010) Narcotráfico y poder. Campo de lucha por la legitimidad. Athenea Digital, Marzo-Sin mes, P.p.77-94.

PAREDES RESTREPO, Liliana. (2003) Transformaciones e interacciones del Narcotráfico desde la práctica de la violencia en los años 90. NÓMADAS (COL), Sin mes, núm. 19, P.p. 259-268.

PÉREZ HENAO, Horacio. (2004) El Cuerpo es el mensaje. O del Cuerpo en las Funciones Básicas de los Mass Media. Revista Palabra Clave, Diciembre, No 011. P.p. 3-31. Bogotá Colombia.

RINCON, OMAR. (2009) Narco.estética y narco.cultura en Narco.lombia. Revista Nueva Sociedad. No. 2222 Julio-agosto. P.p. 148-163.


[1] Francia Elena Mamian Ruiz, artista escénica de la Universidad Distrital de Bogotá, profesional de la danza contemporánea, aereolista, y docente de la Universidad del Tolima en el programa de Licenciatura en Educación Artística, Alexandra Castañeda Obando, artista escénica de la Universidad Distrital de Bogotá, aspirante al título de Historia de la Universidad del Valle, y Tatiana Castañeda Bonilla, bailarina de ballet de Incolballet Cali, Trabajadora social de la Universidad del Valle y estudiante de la Especialización de Estudios de género de la Universidad Nacional de Bogotá. Blogs: www.corpoairedanzaygenero.blogspot.com
Correos electrónicos: pensarse@hotmail.com, franciaerea@gmail.com, tati.trabajosocial@gmail.com. Teléfonos: 3132937590-3003855707-3165374304.